En la mayoría de las personas que lo toman no provoca efectos secundarios. Si aparecen, la mayor parte de las veces se pueden controlar con alguna medicación y posteriormente continuar el tratamiento. En algunas ocasiones hay que parar el tratamiento antes de lo previsto si el efecto secundario es importante. Por estos motivos, siempre hay que tomar el medicamento bajo supervisión médica, con visitas al médico durante los meses que dura el tratamiento, por si aparecen efectos secundarios.